domingo, 27 de marzo de 2011

Despertar social

La voz del pueblo debe alzarse y hacerse oír. Nada más (¡y nada menos!), sólo hacerse oír. No hay sociedades mudas, al menos, no realmente. En cada bar, en cada esquina, cada panadería, peluquería, parque, comida familiar... existe un reincidente tema de conversación. Parece que cada miembro del grupo social dispone de una opinión propia acerca del lánguido panorama social y laboral de este país. Sin embargo, el movimiento social parece no existir, mas allá de los tradicionales y estériles intentos de agitación social. Esto tiene que cambiar.



La precariedad no distingue en edad o cualificación profesional. Las constantes subidas en el precio de la gasolina, factura de la luz, del agua, alimentos... no vienen respaldadas de mejoras laborales o de las condiciones dentro de las economías familiares. Los lobbies y élites sociales quieren hacer creer que la situación no tiene solución.

En los tiempos que corren las ayudas sociales son claramente insuficientes. Parece no haber presupuesto social para ejercer una eficiente política social. Por contra, las grandes multinacionales mantienen sus millonarios beneficios anuales: Ignacio Escolar, diario 'Público' 3 de marzo 2011"[...] beneficios de las grandes empresas: los 35 gigantes del Ibex han ganado 49.881 millones de euros, un 24,5% más que el año anterior. Los beneficios del terrible 2010 superan así la plusmarca previa a la crisis: los 49.246 millones de euros que ganaron las empresas del Ibex 35 en 2007. Durante la crisis, los beneficios bajaron, pero nunca han dejado de ganar."

Por otro lado, continuas cortinas de humo mediático acaparan los informativos: Ben Alí (Tunez), Muharab (Egipto) y, ahora, Gadafi (Libia)... Lo ocurrido en estos países, aunque ejemplos de una efectiva y necesaria acción social, monopolizan los informativos nacionales. Lo mismo ocurre ahora con la radiación en Japón. Es irrefutable que todo ello es noticia, pero lo cuestionable es en que grado y cuanto espacio informativo merece.

El pueblo está dormido y debe despertar. Cómo ya lo hizo el mundo árabe, estrenando el 2011. Obviamente, las herramientas y técnicas ejercidas en aquellos casos no serán válidas en occidente. El arma mas preciada del mundo occidental será el uso de la voz democrática del pueblo. El derecho constitucional a manifestarse, a reaccionar y salir a las calles para clamar el malestar de una ciudadanía cansada de luchar. Expresar nuestra pesadumbre con respecto a la actual situación política, social y económica. Hacer uso de más recursos que el simple voto. Porque ¿cómo expresar en un sólo voto, todo lo que sentimos?

Ayer 26 de marzo del 2011, decenas de miles de ciudadanos londinenses expresaron su ira contra las medidas de austeridad del Gobierno de coalición Inglés, en la mayor manifestación convocada en la capital desde la invasión a Irak en 2003. Cerca de unos 4.500 oficiales de la policía custodiaron la marcha junto a cientos de agentes entrenados por los sindicatos. El resultado era previsible...









 

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