Un pequeño paso para la humanidad, un gran paso hacia la liberación personal (y por el camino ir dejando atrás las cadenas sociales, gastos fijos mensuales e hipotecas desorbitadas). Una alternativa mas de vida. Una forma distinta de hogar (y rodar). Sin embargo, al fin y al cabo, viviendo en una furgoneta-autocaravana uno siempre depende de una serie de gastos fijos semanales-mensuales pero no hay duda de que cuantitativamente serán menos significativos que la factura de la luz, Internet, gas, alquiler...
Por otro lado es una buena escuela sociológica y una experiencia única a la hora de coger perspectiva en nuestras vidas. Muy valioso para enfocar lo verdaderamente importante para cada cual y retomar la rutina con energía renovada, canalizando esta energía hacia nuestros sueños mas profundos y utópicos. Pues son éstos los que nos conducirán hacia nuestra mas plena autenticidad y nuestra propia e individual libertad. Pensemos que queremos, planifiquemos como llegar a ello, echemos cuentas y comencemos a ahorrar (¡oh, sparagli mio!) para lograr alcanzarlo.
¡Los Cowboys-cowgirls del S-XXI existen! ¡Se llaman furgoneteros!
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