Matones estatales (la actitud de éstos legitima el adjetivo) se infiltran entre los manifestantes de Barcelona. La intención parece ser clara, encender la mecha y forzar un movimiento pacífico a una situación violenta. Los antidisturbios disparan pelotas de goma, repetidas veces, de manera frontal contra los manifestantes (manera potencialmente homicida).
Ciertos medios de comunicación y (en consecuencia) parte de la opinión pública ha cambiado el prisma de visión con respecto a los 'indignados'. La baza del gobierno de turno es hacer ver el movimiento del '15-M' (y variantes) como grupos antisistema que llegan al uso de la violencia si se les aprieta un poco.
El movimiento y la protesta deben seguir en una linea pacifica (al menos por el momento). Aquel que utilice la fuerza para imponer sus criterios perderá la mucha o poca razón que disponga. Cuando a finales de Mayo los antidisturbios cargaron de manera represora contra los manifestantes pacíficos, la opinión pública estuvo del lado de los manifestantes. Lo ocurrido estos últimos días en Barcelona, provoca una situación inversa que únicamente beneficia al aparato político, a los de siempre.
El movimiento y la protesta deben seguir en una linea pacifica (al menos por el momento). Aquel que utilice la fuerza para imponer sus criterios perderá la mucha o poca razón que disponga. Cuando a finales de Mayo los antidisturbios cargaron de manera represora contra los manifestantes pacíficos, la opinión pública estuvo del lado de los manifestantes. Lo ocurrido estos últimos días en Barcelona, provoca una situación inversa que únicamente beneficia al aparato político, a los de siempre.
